domingo, 27 de septiembre de 2020

Evidencias de aprendizaje, ¡allá vamos!

 Siguiendo con lo planteado por este quinto curso de la éxitosa saga propuesta por "Las Marinas", seguimos reflexionando en torno a la evaluación.
 


Principalmente en este tercer módulo nos centramos en las evidencias de aprendizaje, entendiéndolas como un cúmulo de información relevante que nos permite fundamentar los juicios y las decisiones que tomamos los docentes. Suena sencillo, pero no lo es. 

Recoger estos datos no es tarea fácil, la recolección debe ser rigurosa y acorde a las modalidades empleadas en el proceso de enseñanza aprendizaje. Los instrumentos de evaluación pueden ser nuestros aliados para garantizar una "justa" valoración de las producciones de nuestros estudiantes y por esto, debemos elegir el más apropiado para cada instancia evaluativa. El instrumento elegido nos permitirá conocer los logros que han alcanzado los estudiantes y su construcción también deberá ser muy minusiosa.

Es así que durante esta semana nos adentramos en la exploración de dos "asistentes" para  "medir" las producciones de los alumnos: la rúbrica analítica y la rúbrica holística. 

Como primer paso, me centré en leer las retroalimentaciones de mi tutora y mis compañeros para pulir y mejorar el instrumento de evaluación creado para la actividad N°1. Una vez conforme con ese paso y revisados los resultados de aprendizaje esperados, seleccioné y redacté los criterios de evaluación.

La propuesta me pareció muy interesante. No solo tuve que retomar lo ya hecho y enriquecerlo sino que generé dos rúbricas para el instrumento creado. No conocía la rúbrica holística por lo cual podré ahora sumar esta herramienta a mis evaluaciones diagnósticas, formativas y sumativas según sea apropiado en cada caso. 

La redacción de cada uno de los niveles dentro de los criterios me representó un desafío. Si bien es algo que hago habitualmente, este curso como espacio nos invita a hacerlo de una manera más "concienzuda", así que me representó una instancia provechosa. Luego de una conversión de domingo por la tarde (¡qué pesada soy!) con mi tutora Lourdes, confirmé que la redacción de estos niveles no es sencilla y que complejizar estos indicadores nos permitirá observar de manera más exhaustiva las producciones de los estudiantes. 

Me despido por esta semana, contenta de lo logrado, con un poco menos de energías por todo el trayecto ya recorrido y con un poco de nostalgia porque quedan solo dos semanas para terminar esta instancia de formación que comenzó en marzo y que fue totalmente arrolladora, decisiva y significativa. 

Nos seguimos leyendo 






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